viernes, 28 de junio de 2013

Clausura del proceso diocesano de la Monja Concepcionista Madre Mercedes de Jesús Egido


         

Yo no podré ser feliz en el cielo, si no es atrayendo
a los hombres al conocimiento y amor del Padre

              (Sierva de Dios Madre Mercedes de Jesús)

         En este Año de la Fe, el día 24 de junio de 2013, en la Iglesia del Monasterio de la Inmaculada y Santa Beatriz de Silva, de las Monjas Concepcionistas de Alcázar de San Juan, Ciudad Real, se celebró el acto de la solemne Clausura del Proceso diocesano de la Sierva de Dios Madre Mercedes de Jesús Egido Izquierdo, Monja Concepcionista, Abadesa de los Monasterios de Alcázar de San Juan y Campo de Criptana hasta el año 2004 que murió en olor de santidad. Fue la impulsora de la Vuelta a las Fuentes de la Orden de la Inmaculada Concepción (OIC). Dicho acto estuvo presidido por el Obispo de la diócesis de Ciudad Real, monseñor Antonio Algora Hernando, cuya Apertura del Proceso diocesano también presidió él el día 8 de noviembre de 2010.


           El Juez Delegado explicó el orden de la sesión que consistió primeramente en la intervención de cada miembro del Tribunal, que prestaron el debido juramento testificando que habían cumplido fielmente el cargo confiado: el Ilmo. Sr. D. Bernardo Torres Escudero como Juez Delegado, el Rvdo. Sr. D. José Martín Sánchez de León como Notario actuario y como Promotor de Justicia el Rvdo. Sr. D. Francisco Javier Sanzol Díez, como Postulador de la Causa, Rvdo. Padre Valentín Arteaga Sánchez – Guijaldo, Prepósito General de la Orden de Clérigos Regulares (Teatinos) y el Vicepostulador, Rvdo. Sr. D. Juan Carlos Fernández de Simón Soriano. El Canciller Secretario, Vicario General del Obispado, el Ilmo. Sr. D. Miguel Esparza Fernández, dio lectura al instrumento de clausura que entregó juntamente con las letras del Sr. Obispo, del Juez Delegado y del Promotor de Justicia a D. Bernardo Torres Escudero, el cual prometió que entregaría todo a la Congregación para las Causas de los Santos, juntamente con las Cajas que contenían el Trasunto y la copia pública. El Proceso original informativo cerrado y sellado se guarda en el archivo del Obispado de Ciudad Real. Seguidamente tuvo lugar el sellado y lacrado de las Cajas con toda la documentación del Proceso diocesano de la Sierva de Dios.
     

     
      Finalmente el Obispo Algora, abriendo la Biblia por el capítulo 5 de San Mateo, las Bienaventuranzas, se dirigió a todos los presentes diciendo: “Las Bienaventuranzas fueron para Madre Mercedes el oriente de su vida… Madre Mercedes es ya alguien que ha sabido realizar su vida plenamente y su vida realizada plenamente es fecunda en gente que sigue esa realidad. Por eso, mis queridas Monjas… Monja es aquella persona que tiene unificada su vida, que no se la trae y se la lleva para diversificarla, diluirla, sino alguien que en Cristo Jesús ha encontrado la unicidad de su existencia. “Monacus”, monje, monja, quien es capaz de realizar la vida plenamente desde la unidad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que quiere decir, desde el amor, desde la entrega radical de la vida por amor a los demás, en la vida de clausura, en el rezo y en el trabajo. Pues Madre Mercedes ya es un testigo digno de ser seguido. Ojalá con la santidad proclamada por la Iglesia de Madre Mercedes encontremos nosotros mayores motivos para tratar de unificar nuestras vidas y ser fecundos por el amor que entreguemos a los demás, cada uno en la vocación que Dios ha realizado en su vida… Le damos gracias al Señor; y mi agradecimiento a todos los que habéis puesto esfuerzo en vuestro trabajo. Que lo veáis culminado. Humanamente uno se siente gratificado cuando el objetivo que persigue lo ve logrado. ¡Ojalá veamos beatificada en primer término a Madre Mercedes a lo largo de nuestra vida! ¡Ojalá! ¡Gracias por todo! ¡Enhorabuena, hermanas, por vuestro celo y por la alegría que tenéis que sentir hoy superior a la de todos nosotros! ¡Gracias!”


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