jueves, 24 de febrero de 2011

Algunas frases del mensaje para la Cueresma 2011 de Benedicto XVI




"El recorrido cuaresmal encuentra su cumplimiento en el Triduo Pascual, en particular en la gran vigilia de la noche santa: al renovar las promesas bautismales, reafirmamos que Cristo es el Señor de nuestra vida, la vida que Dios nos comunicó cuando renacimos “del agua y del Espíritu Santo” y reafirmamos de nuevo compromiso de corresponder a la acción de la gracia para ser discípulos. Nuestro sumergirnos en la muerte y en la resurrección de Cristo mediante el sacramento del Bautismo nos impulsa cada día a liberar nuestro corazón del peso de las cosas materiales y de un vínculo egoísta con la “tierra”, que nos empobrece y nos impide estar disponibles y abiertos a Dios y al prójimo."

miércoles, 16 de febrero de 2011

Pensamientos de Madre Mercedes


Dios nos creó. Y nos creó a su imagen y semejanza. Nos dio su espíritu de bondad.
Nos dio su vida o gracia santificante, santificadora.
Nos dio su capacidad de amar, de hacer el bien.Nos llamó a vivir estrechamente su santidad con Él. (Madre Mercedes)

martes, 1 de febrero de 2011

Candelaria


La festividad de hoy, de la que tenemos el primer testimonio en el siglo IV en Jerusalén, se llamaba hasta la última reforma litúrgica, fiesta de la Purificación de la Virgen María, en recuerdo del episodio de la Sagrada Familia, que nos narra Lucas en el capitulo 2 de su Evangelio. Para cumplir la ley, María fue al Templo de Jerusalén, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús, para ofrecer su primogénito y cumplir el rito legal de su purificación. La reforma litúrgica restituyó a la celebración el título de “presentación del Señor” que tenía al principio: la oferta de Jesús al Padre, en el Templo de Jerusalén. Este acto de obediencia a un rito legal constituye una lección de humildad, como coronación de la meditación anual sobre el gran misterio navideño, en el que el Hijo de Dios se manifiesta en la carne. Esta fiesta deja de ser “mariana” para pasar ahora a ser “fiesta de Señor”. Es la “epifanía del día cuarenta” cuando el Señor se manifestó como un sol resplandeciente, desde los brazos de María, al pueblo de Israel representado por los dos ancianos Simeón y Ana. Cuarenta días después de su divina maternidad la profecía de Simeón le hace vislumbrar las perspectivas de su sufrimiento: “Una espada te atravesará el alma”. María, gracias a su íntima unión con la persona de Cristo, queda asociada al sacrificio del Hijo. El emperador Justiniano decretó el 2 de febrero día festivo en todo el imperio de Oriente. Roma adoptó la festividad a mediados del siglo VII, y el Papa Sergio I (687-701) instituyó la más antigua de las procesiones penitenciales romanas, que salía de la iglesia de San Adriano y terminaba en Santa María Mayor. El rito de la bendición de los cirios, del que ya se tiene testimonio en el siglo X, se inspira en las palabras de Simeón: “Mis ojos han visto tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos, luz para iluminar a las naciones…”. Y de este rito significativo viene también el nombre popular de esta fiesta: la llamada fiesta de la “candelaria