viernes, 19 de febrero de 2010

Semblante de sor Pilar Argumanez Fuentes por Madre Mercedes de Jesus

SOR PILAR ARGUMÁNEZ FUENTES(Religiosa contemplativa Concepcionista)
Hoy queremos presentaros a otra de nuestras intercesoras en esta Campaña de Oración por las Vocaciones. Es una mujer joven. Muere en olor de santidad, a los 44 años, en el Monasterio de las Concepcionistas de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Ella ofreció al Señor su vida por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas y el Señor se la tomó. Así de sencillo. ¿Quién era esta mujer? Así nos la describe Sor Mercedes de Jesús, su Superiora.SOR PILAR ARGUMANEZ FUENTES, Religiosa Contemplativa Concepcionista, nació en El Toboso (Toledo), el día 17 de Agosto de 1947. Después de bautizarla, el sacerdote, que era un Religioso Trinitario que tenían por muy santo, dijo a su madre: “Cuida bien a esta niña que será monjita”. Cosa que se realizó en contra de lo que se pensaba, pues Pilar, al igual que sus dos hermanas, se orientó por el noviazgo. Pero Dios, que la quería para El, tomó parte en la vida de su elegida. El novio enfermó y murió. Y ella, despertando a la llamada de Dios, ingresó en este Monasterio de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).Tuvo que sufrir mucho para mantenerse fiel a su vocación. Siendo Novicia tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. En esta ocasión, alguien muy entrañable para la Novicia, aprovechando la oportunidad, quiso sacarla del Convento y llevársela a su casa, enfrentándose con la Madre Maestra al efecto. La Novicia, recién operada, viendo que su vocación se frustraba si prevalecía la opinión de esa persona, tuvo que optar por despedirle para poder salvar su entrega al Señor. Esto fue muy duro para ella, porque le amaba con ternura. Si tenemos en cuenta, además, el estado de salud, pues fue al día siguiente de su operación, su decisión de permanecer en el Noviciado fue heróica.No sólo en esta ocasión, sino en otras muchas, tuvo que librar duras batallas para ser fiel a su vocación, encontrando en “su Jesús”, como ella llamaba al Señor, la fortaleza que necesitaba en todo momento. Intimó mucho con el Señor, con el que permanecía unida y en diálogo constante durante su trabajo. Fue muy urgida en su interior a vivir sólo para Dios y las almas, donde encontraba su plena felicidad.Unos meses antes de morir, sin que nadie pensase en lo que iba a ocurrir, pues su salud era muy fuerte, me dijo, refiriéndose a su espíritu: “Me siento de tal modo, que ya no puedo vivir, sólo deseo morir, irme al Cielo”. Y así fue. El día 25 de Octubre le dió un cólico que el médico no supo diagnosticar, enviándonos, por ello, al Hospital. Allí, al cabo de unos días, nos dijeron que su enfermedad no tenía solución. Después se habló de operación. Entonces Sor Pilar, como respondiendo a ese deseo de irse con Cristo que me había manifestado, con un fervor extraordinario, pidió y recibió todos los Sacramentos, hasta la Unción, dejando a todos edificados y conmovidos, pues comenzó a confesarse públicamente, cosa que trató de evitarlo el Capellán. Impactó esto mucho en los enfermos, pidiendo algunos los Sacramentos.Sufrió dolores intensísimos; se le deshizo el páncreas en once días y, como consecuencia, le entró la enfermedad del tétanos. También fué operada, en estos once días, tres veces, ofreciendo al Señor, con intenso fervor, todos sus grandes sufrimientos físicos y morales por LAS VOCACIONES.Ella sabía la necesidad que de ellas tenía el nuevo Monasterio que habíamos fundado en Campo de Criptana (Ciudad Real), y del que ella, con otras tres Hermanas, había sido fundadora del mismo. Su muerte dejaba un hueco en él, y suplicaba al Señor en su oración y en sus intensos dolores, lo llenase pronto.Creemos que Dios aceptó su vida, su fidelidad y sus sufrimientos por LAS VOCACIONES. Estábamos seguros de ello los que le acompañábamos en su enfermedad. Y vimos, cómo Dios quiso llevar hasta el límite la inmolación, pues le pidió el sacrificio de nuestra separación durante los últimos días, en contra de lo que ella suplicaba. Fue angustioso para ella, cuando, después de la primera operación y desde su lecho de dolor en la UVI, nos pedía que la llevásemos al Monasterio, y nosotras tuvimos que decirle con señas, y no sin pena, que no podíamos hacerlo, pues los médicos decían que había que luchar hasta el último instante para salvarla, pues era aún joven.Y allí, en la soledad de la UVI, tuvo que aceptar y beber su cáliz doloroso: la separación material de “sus monjas” a las que amaba entrañablemente y la muerte, privada de los consuelos y cuidados de su querida Comunidad. Por la angustia que reflejaba en su rostro, éste fue el mayor sufrimiento que tuvo que soportar. Pero lo aceptó con serenidad, consumando así su sacrificio por LAS VOCACIONES.Cuando los médicos no tuvieron nada más que hacer, nos la entregaron: siete horas antes de su tránsito al Padre. No sé si llegó a comprender que le traíamos al Monasterio, aunque se lo decíamos. Había estado tres días con respiración asistida, y al Monasterio llegaba con la inyección de recuperación que suelen poner en estos casos. Sor Pilar fallecía al amanecer del día 10 de Noviembre de 1991, a los 44 años de edad. Su entierro fue un pequeño vislumbre de su gloria, por la solemnidad y asistencia de sacerdotes y fieles que llenaban la Iglesia, y dignificaron su entierro en este Monasterio de Alcázar de San Juan.Descanse en Paz e interceda en el Cielo por lo que tanto rogó en tierra: LAS VOCACIONES.Esta es la semblanza, a grandes rasgos, de la vida de Sor Pilar Argumánez Fuentes, Religiosa Concepcionista. Encomendamos muy de veras esa Campaña de Oración por las Vocaciones, que ha comenzado ese Grupo de Jóvenes de la Parroquia y enviamos esa pequeña ayuda (...) para sellos del Proyecto Vocacional.Dios les bendiga. En el Señor, afectísima,Sor Mercedes de Jesús, Abadesa del Monasterio de Concepcionistas de Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Fuente:www.es.proyectovocacional.com

jueves, 18 de febrero de 2010

Ecce Homo


Icono presente en el Monasterio de las monjas concepcionistas de Alcazar

Extracto de la Homilia de SS Benedico XVI con motivo de la cuaresma


Homilía de Benedicto XVI con motivo de la cuaresma.


“Iniciamos hoy, Miércoles de Ceniza, el camino cuaresmal, que dura cuarenta días y que nos conduce a la alegría de la Pascua del Señor", dijo el Papa Benedicto XVI al inicio de la catequesis de la Audiencia General de hoy, celebrada a las 10:30 horas en el Aula Pablo VI del Vaticano.Recordando la fórmula "Convertíos y creed en el Evangelio", el Santo Padre afirmó que "convertirse significa cambiar dirección en el camino de la vida. (...) Es ir contracorriente, donde la "corriente" es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusoria, que a menudo nos arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal o prisioneros de la mediocridad moral. Sin embargo, con la conversión se tiende a la medida más alta de la vida cristiana, se confía en el Evangelio vivo y personal, que es Jesucristo. Su persona es la meta final y el sentido profundo de la conversión, es el camino por el que todos estamos llamados a caminar en la vida, dejándonos iluminar por su luz y sostener por su fuerza que mueve nuestros pasos"."El "convertíos y creed en el Evangelio" no está solo en el inicio de la vida cristiana, sino que acompaña todos sus pasos, se renueva y difunde en todas sus expresiones. Cada día es momento favorable y de gracia, (...) también cuando no faltan las dificultades y la fatiga, las caídas, cuando tenemos la tentación de abandonar el camino del seguimiento de Cristo y de cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro egoísmo, sin darnos cuenta de la necesidad que tenemos de abrirnos al amor de Dios en Cristo, para vivir la misma lógica de justicia y de amor".S.S. Benedicto XVI subrayó que "frente al miedo innato del fin, y sobre todo en el contexto de una cultura que tiende en tantos modos a censurar la realidad y la experiencia humana de la muerte, la liturgia cuaresmal nos recuerda, por un lado, la muerte, invitándonos al realismo y a la sabiduría, pero por otro, nos impulsa sobre todo a acoger y a vivir la novedad inesperada que la fe cristiana desvela en la realidad de la misma muerte"."El ser humano -continuó- es polvo y al polvo volverá, pero es polvo precioso a los ojos de Dios, porque El ha creado al hombre destinándolo a la inmortalidad. (...) También el Señor Jesús quiso compartir libremente con cada hombre la fragilidad, en particular a través de su muerte en la cruz; pero precisamente esta muerte, llena de su amor por el Padre y por la humanidad, ha sido la vía para la resurrección gloriosa, por medio de la cual Cristo se ha convertido en fuente de una gracia dada a cuantos creen en El y participan de su misma vida divina".El Papa puso de relieve que la imposición de la ceniza "es una invitación a recorrer el tiempo de Cuaresma como una inmersión más consciente y más intensa en el misterio pascual de Jesús, en su muerte y resurrección, mediante la participación en la Eucaristía y en la vida de caridad, que nace de la Eucaristía y en la que halla su cumplimiento. Con la imposición de la ceniza -concluyó el Pontífice- renovamos nuestro compromiso de seguir a Jesús, dejándonos transformar por su misterio pascual, para vencer el mal y hacer el bien, para hacer morir a nuestro "hombre viejo" ligado al pecado y hacer nacer al "hombre nuevo" transformado por la gracia de Dios".

sábado, 13 de febrero de 2010

Cristo de Velazquez


¡Bendita y alabada sea la Sagrada pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, y los dolores de su santisima Madre, Triste y afligida al pie de la cruz!

Nos preparamos para la cuaresma. Dia 17 Miércoles de ceniza




Uno de los frutos de la cuaresma es la Conversión, a continuación proponemos algun pensamiento de Madre Mercedes sobre ello.




(…) Volvemos nuestra mirada hacia el misterio de la santidad original de nuestra Madre querida, donde está encerrado, con primor, este proyecto creador y redentor de Dios y reflejado su espíritu, para ver cómo hemos de vivirlo.Y lo primero que descubrimos en él, en ella, junto con su pureza inmaculada o ausencia de pecado, es su profunda humildad o ausencia de pecado, es su profunda humildad o conciencia “deudora” de Dios, de sus dones divinos, que marcó toda su existencia y privilegiada actuación de criatura de Dios. Si, María fue sobre todo la inmaculada “Esclava del Señor” (Lc 1,38), la aceptadora enamorada de la Palabra divina, con cuya disposición llevó a su cumbre el proyecto creacional de Dios sobre ella.

martes, 2 de febrero de 2010

Fiesta de la presentación del Señor en el Templo


Fiesta de la Presentación del Señor en el templo
SS Juan Pablo II

Homilía, Lunes 2 de febrero de 2004 1. "Tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote compasivo y fiel" (Hb 2, 17).


Estas palabras, tomadas de la carta a los Hebreos, expresan bien el mensaje de esta fiesta de la Presentación del Señor en el templo. Por decirlo así, dan su clave de lectura, poniéndola en la perspectiva del misterio pascual.El acontecimiento que hoy celebramos nos remite a lo que hicieron María y José cuando, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, lo ofrecieron a Dios como su hijo primogénito, cumpliendo las prescripciones de la ley mosaica.Esta ofrenda se realizaría después de modo pleno y perfecto en el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Entonces Cristo cumpliría su misión de "sumo sacerdote compasivo y fiel", compartiendo hasta las últimas consecuencias nuestra condición humana.Tanto en la presentación en el templo como en el Calvario está a su lado María, la Virgen fiel, participando en el plan eterno de la salvación.2. La liturgia de hoy comienza con la bendición de las candelas y la procesión hasta el altar, para encontrar a Cristo y reconocerlo "al partir el pan", esperando su vuelta gloriosa.En este marco de luz, de fe y de esperanza, la Iglesia celebra la Jornada de la vida consagrada. Quienes han entregado para siempre su existencia a Cristo por la venida del reino de Dios son invitados a renovar su "sí" a la especial vocación recibida. Pero también toda la comunidad eclesial redescubre la riqueza del testimonio profético de la vida consagrada, en la variedad de sus carismas y compromisos apostólicos.3. Con sentimientos de alabanza y acción de gracias al Señor por este gran don, deseo saludar ante todo al cardenal Eduardo Martínez Somalo, prefecto de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, que preside esta celebración. Dirijo, además, mi cordial saludo a todos los que participan en esta sugestiva asamblea litúrgica.Mi afectuoso saludo va, de modo particular, a vosotros, queridos religiosos, religiosas y miembros de los institutos seculares, así como a todos los que testimonian de modo fiel los valores de la vida consagrada en las diversas regiones del mundo.Cristo os llama a configuraros cada vez más a él, que por amor se hizo obediente, pobre y casto. Seguid dedicándoos con celo al anuncio y a la promoción de su reino. Esta es vuestra misión, tan necesaria hoy como en el pasado.4. Amadísimos religiosos y religiosas, ¡qué ocasión tan propicia os brinda esta jornada, dedicada a vosotros, para reafirmar vuestra fidelidad a Dios con el mismo entusiasmo y la misma generosidad de cuando pronunciasteis por primera vez vuestros votos. Repetid cada día con alegría y convicción vuestro "sí" al Dios del amor.En la intimidad del monasterio de clausura o al lado de los pobres y marginados, entre los jóvenes o dentro de las estructuras eclesiales, en las diversas actividades apostólicas o en tierra de misión, Dios quiere que seáis fieles a su amor y que todos os dediquéis al bien de los hermanos.Esta es la valiosa contribución que podéis dar a la Iglesia, para que el Evangelio de la esperanza llegue a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo.5. Contemplemos a la Virgen mientras presenta a su Hijo en el templo de Jerusalén. María, que había aceptado incondicionalmente la voluntad de Dios en el momento de la Anunciación, repite hoy, en cierto modo, su "¡He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra!" (Lc 1, 38). Esta actitud de dócil adhesión a los designios divinos caracterizará toda su existencia.Por tanto, la Virgen es el primer y elevado modelo de toda persona consagrada. Dejaos guiar por ella, queridos hermanos y hermanas. Recurrid a su ayuda con humilde confianza, especialmente en los momentos de prueba.Y tú, María, vela sobre estos hijos tuyos y llévalos a Cristo, "gloria de Israel, luz de los pueblos".Virgo Virginum, Mater Salvatoris, ora pro nobis.