"Nunca conseguiremos tomar conciencia clara y lúcida de lo que significa para Dios y para nosotras, nuestra existencia. (…) Mirémonos cuando sólo éramos cosa distinta y distante, muy distante de Dios… un poco de polvo, de barro…nada. Y mirémonos ahora, después de haber entrado en el juego de amor inmenso de Dios sobre nuestra existencia. "