De este extenso capitulo resumiremos aquí unos puntos principales...
“Santa Beatriz de Silva dio origen en Toledo a una nueva Familia Religiosa que encuentra su raíz y su razón de ser en la Iglesia, en la contemplación del misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y en el empeño por imitar y reproducir sus virtudes” Estas palabras del Cardenal Martínez Somalo, Prefecto de la Congregación de Religiosos, acompañando el decreto de la aprobación de las nuevas Constituciones el 22 de febrero de 1993, contienen unas afirmaciones del más alto valor para comprender el sentido del Carisma inmaculista de Santa Beatriz.
La Aprobación de la Orden con la Bula Inter Universa
Con la ayuda de Isabel, La Católica, Santa Beatriz de Silva obtuvo de Roma la aprobación canónica de su sueño: la Fundación de una nueva familia religiosa que convertía la Teología del misterio de la Concepción Inmaculada de María, en Proyecto de vida. Esto 400 años antes de la declaración dogmática y cuando los Teólogos todavía no se ponían de acuerdo.
Para que fuera aprobado el Proyecto, se hacía necesario elegir una de las 4 Reglas existentes: la de San Basilio, la San Benito, la San Agustín o la de San Francisco. Y así fue aprobada por Inocencio VIII la Orden de Beatriz con la Bula Inter Universa bajo el nombre de la Concepción de María, "con las siguientes características:
Regla del Cister, pero sujetas al Arzobispo de Toledo;
las religiosas podrán darse estatutos y ordenaciones propias, incluso para elegirse abadesa;
rezarán el Oficio divino de la Inmaculada Concepción;
el hábito será blanco con manto azul celeste y medalla de la Virgen;
ayunarán todos los viernes del año y el Adviento, además de los ayunos generales de la Iglesia;
la abstinencia no será perpetua, sino los días de ayuno dichos, los miércoles y sábados;
y la abadesa podrá dispensar en cuanto a los ayunos que no sean los generales de la Iglesia, y al vestido
podrán elegir confesor, [de cualquier Orden o del clero diocesano]
Estas peculiaridades le convertían en un monasterio autónomo, pues, profesando la Regla del Cister, no estaba sujeto a los prelados de la Orden, ni tenía que observar sus constituciones ni su liturgia. Era el núcleo de una nueva Orden. La Bula fue ejecutada el 16 de febrero de 1491, y Beatriz vistió el hábito y profesó poco antes de morir"
Juan MESEGUER FERNANDEZ ofm: 'Beatriz de Silva y Meneses',
en GER (Gran Enciclopedia Rialp), Madrid, 1979, t.111, p. 822.
Manipulación del texto original
En 1981 se pudo encontrar en el Archivo Vaticano el texto de las Suplicas que Beatriz con Isabel, La Católica hicieron a Roma para la aprobación de su Orden. Ahí se ha visto como el texto original fue manipulado por un Hno. franciscano que allí se identifica.
Otra Característica que destaca en el texto de las 'Súplicas' de Beatriz enviadas a Roma, es:
"que las monjas y el dicho monasterio estén sometidos inmediatamente al Arzobispo de Toledo, como a su Ordinario. Tienen la facultad de elegir a los presbíteros seculares, y a los regulares de cualquier Orden para, confesores de las monjas, y para celebrar las Misas y administrarlas los Sacramentos". Lo repite hasta tres veces en el documento.
La Profecía de Beatriz
“Tu Orden ha de ser como esto que acabas de ver. Estará a punto de ser desecha con tu muerte, mas como la Iglesia de Dios que al principio fue perseguida, pero después floreció y fue muy ensalzada, así ella florecerá y será muy multiplicada por todas partes del mundo. Tanto que en su tiempo no se edificará casa alguna de otra orden; mas primero será muy perseguida de amigos e enemigos y habrá en ella tanta tribulación que a veces llegará a ser asolada...”.
El hecho quedó conocido como ‘la visión de la lámpara’
“Santa Beatriz de Silva dio origen en Toledo a una nueva Familia Religiosa que encuentra su raíz y su razón de ser en la Iglesia, en la contemplación del misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y en el empeño por imitar y reproducir sus virtudes” Estas palabras del Cardenal Martínez Somalo, Prefecto de la Congregación de Religiosos, acompañando el decreto de la aprobación de las nuevas Constituciones el 22 de febrero de 1993, contienen unas afirmaciones del más alto valor para comprender el sentido del Carisma inmaculista de Santa Beatriz.
La Aprobación de la Orden con la Bula Inter Universa
Con la ayuda de Isabel, La Católica, Santa Beatriz de Silva obtuvo de Roma la aprobación canónica de su sueño: la Fundación de una nueva familia religiosa que convertía la Teología del misterio de la Concepción Inmaculada de María, en Proyecto de vida. Esto 400 años antes de la declaración dogmática y cuando los Teólogos todavía no se ponían de acuerdo.
Para que fuera aprobado el Proyecto, se hacía necesario elegir una de las 4 Reglas existentes: la de San Basilio, la San Benito, la San Agustín o la de San Francisco. Y así fue aprobada por Inocencio VIII la Orden de Beatriz con la Bula Inter Universa bajo el nombre de la Concepción de María, "con las siguientes características:
Regla del Cister, pero sujetas al Arzobispo de Toledo;
las religiosas podrán darse estatutos y ordenaciones propias, incluso para elegirse abadesa;
rezarán el Oficio divino de la Inmaculada Concepción;
el hábito será blanco con manto azul celeste y medalla de la Virgen;
ayunarán todos los viernes del año y el Adviento, además de los ayunos generales de la Iglesia;
la abstinencia no será perpetua, sino los días de ayuno dichos, los miércoles y sábados;
y la abadesa podrá dispensar en cuanto a los ayunos que no sean los generales de la Iglesia, y al vestido
podrán elegir confesor, [de cualquier Orden o del clero diocesano]
Estas peculiaridades le convertían en un monasterio autónomo, pues, profesando la Regla del Cister, no estaba sujeto a los prelados de la Orden, ni tenía que observar sus constituciones ni su liturgia. Era el núcleo de una nueva Orden. La Bula fue ejecutada el 16 de febrero de 1491, y Beatriz vistió el hábito y profesó poco antes de morir"
Juan MESEGUER FERNANDEZ ofm: 'Beatriz de Silva y Meneses',
en GER (Gran Enciclopedia Rialp), Madrid, 1979, t.111, p. 822.
Manipulación del texto original
En 1981 se pudo encontrar en el Archivo Vaticano el texto de las Suplicas que Beatriz con Isabel, La Católica hicieron a Roma para la aprobación de su Orden. Ahí se ha visto como el texto original fue manipulado por un Hno. franciscano que allí se identifica.
Otra Característica que destaca en el texto de las 'Súplicas' de Beatriz enviadas a Roma, es:
"que las monjas y el dicho monasterio estén sometidos inmediatamente al Arzobispo de Toledo, como a su Ordinario. Tienen la facultad de elegir a los presbíteros seculares, y a los regulares de cualquier Orden para, confesores de las monjas, y para celebrar las Misas y administrarlas los Sacramentos". Lo repite hasta tres veces en el documento.
La Profecía de Beatriz
“Tu Orden ha de ser como esto que acabas de ver. Estará a punto de ser desecha con tu muerte, mas como la Iglesia de Dios que al principio fue perseguida, pero después floreció y fue muy ensalzada, así ella florecerá y será muy multiplicada por todas partes del mundo. Tanto que en su tiempo no se edificará casa alguna de otra orden; mas primero será muy perseguida de amigos e enemigos y habrá en ella tanta tribulación que a veces llegará a ser asolada...”.
El hecho quedó conocido como ‘la visión de la lámpara’
Tres años de Paz
Pronto fue apaciguado el incidente a causa de ‘¿quien se llevaría el cuerpo?’ “Y ocho días después, les dieron a las doce los hábitos y velos de la Concepción conforme a la Bula del Papa Inocencio VIII” (Vida I, VIII) siguiendo después su vida de Comunidad en paz y tranquilidad según habían aprendido y vivido con su Madre y Maestra los últimos siete años anteriores, en Santa Fe. Mientras tanto, “en el plazo de dos años y medio profesaron cuatro novicias...” (Gutiérrez p.224)
Pero todo empieza a cambiar a los tres años, en 1494, cuando Cisneros entra en acción como Provincial franciscano de Castilla a 5 de julio.
El ‘Cardenal’ Cisneros
“Poseía dotes para el mando, pero era quizá excesivamente duro. Cisneros marchó siempre hacia su objetivo derribando obstáculos, nunca soslayándolos.
En 1492, designado arzobispo de Granada fray Hernando de Talavera, quedó vacante el puesto de confesor de la reina. Entonces el cardenal Mendoza, que guardaba de él un gran recuerdo, recomendó para este cargo a fray Francisco. Comenzó así a intervenir en política, como consejero de la reina. Al mismo tiempo, designado provincial, recorría los conventos franciscanos y formaba su primer gran proyecto: la reforma de su Orden. La ocasión llegó cuando, muerto el cardenal Mendoza, Cisneros fue designado, por recomendación del difunto, para sucederle en la silla primada de Toledo (1495). Su reforma tuvo dos partes sucesivas: en su Orden trató de restablecer la observancia de la regla franciscana en su prístina pureza; en el clero secular intentó poner coto a las inmunidades y privilegios. En uno y otro caso encontró una dura resistencia. Los franciscanos acudieron al general de la Orden; los canónigos, al Papa. Todo fue inútil. La reforma siguió adelante”.
Todo se cumple...
Lo primero que hizo con las Concepcionistas fue juntar la Comunidad de ‘La Concepción’ en Santa Fe, con una Comunidad vecina de Benedictinas, constituyendo una sola Comunidad de Concepcionistas mediante la Bula ‘Apostolicae Sedis’ de 1-9-1494, puesta en vigor a 5 enero de 1495.
Evidentemente que, esta actitud provocó una tormenta y “se les levanto tanta pena y tribulación, y así de los que las regían como aun de sus propios amigos y devotos, fueron perseguidas en tal manera, que como a la Bienaventurada Beatriz fue mostrado, llegó todo a punto de perderse. Y mandaba el cardenal, (en esta fecha -1494- todavía no era Cardenal, solo lo fue a partir de mayo de 1507) como universal reformador, que se quitase del todo la orden de la Concepción para más sosiego de la casa, y se hiciesen ciertas cosas, con que no quedara ninguna memoria de ella.” (Vida I, IX, 33 )
Con este atropello, todas, de las que no se habían marchado, tenían que aceptar la Bula ‘Ex Supernae Providentia’ de 19-8-1494, puesta en vigor a 5-11-1494, que las ponía bajo la Regla de Santa Clara exclusivamente, conservando simplemente el habito blanco y azul de la Concepción.
Este cambio además, desvinculaba las Concepcionistas de la Regla del Cister y de la autoridad del arzobispo de Toledo, como lo había dejado dispuesto Beatriz. “apartáronse de la Obediencia del Diocesano y sometiéronse a la Orden de San Francisco bajo la mano de aquel padre fray Juan de Tolosa, que era entonces custodio; y en el tiempo que allí estuvieron, ...les sucedieron grandes tribulaciones y desasosiegos”. Vida I, IX-30
Recordemos que la “Inter. Universa de 30-4-1489 tan solo fue puesta en vigor dos años después, a 16-2-1491 “entre los cuales entre la reina y doña Beatriz se trataba a qué obediencia y cómo estarían, porque la reina no quería que estuviesen sujetas al diocesano, ordenóse la publicación de la Bula” Vida I, VI, 22
A 11 de enero de 1495 muere el Arzobispo de Toledo y le sucede en 20 de febrero de 1495, ‘ante la sorpresa general’ Cisneros ‘por una decisión personalísima e inusitada de la Reina’
Como Arzobispo de Toledo es nombrado Visitador y ‘reformador’ de los Religiosos de la Diócesis en 5-7-1495. Visitador de los Franciscanos españoles el 26-12-1496 y el 1-9-1499 es nombrado visitador y reformador de las Ordenes Mendicantes en España.
“Se preocupó especialmente de la reorganización y fortalecimiento interno de las Congregaciones de Regular Observancia, de la superación del conventualismo y de la dotación económica y adecuada dirección espiritual de los monasterios femeninos reformados, los cuales, por disposición de Alejandro VI, deberían depender en adelante de la parte reformada de su respectiva Orden.”
En esta ocasión los franciscanos conventuales que se negaron a pasar todos a ‘frailes menores’ fueron expulsos de España. Fue así que el actual Monasterio de Concepcionistas en Toledo, entonces habitado por los Franciscanos Conventuales, quedó vacante. Y en 1501, por disposición del mismo 'reformador', allí se han trasladado las Concepcionistas desde el Monasterio de San Pedro de las Dueñas, consideradas ya como uno de los “monasterios reformados” ... Sí, ‘reformadas’ estaban ya las Concepcionistas, que con esos criterios reformistas de Cisneros solo conservaban el hábito de la Obra de Santa Beatriz, muy a su pesar. Pues “tantas tribulaciones y desasosiegos” que quedaron patentes en la Historia, muestran bien su falta de conformidad con los acontecimientos que les han hecho vivir, despojándolas de la paz y alegría de ‘su cuna’ que también les fuera arrebatada.
Al final Convirtieron el Monasterio de San Pedro de las Dueñas en Hospital – actualmente museo de Santa Cruz - y Santa Fe pasó a las Comendadoras de Santiago – actualmente parte del mismo museo.
Intentándolo de nuevo: la Regla propia
Al serenar un poco las aguas, no satisfechas las Concepcionistas supervivientes al ‘naufragio’, en un intento de reconquistar su propia identidad, consiguen en 1511, al menos una Regla propia que las liberara de la Regla de Sta. Clara impuesta en 1494 y no conforme a la espiritualidad que les había dado origen. Sin todavía poderse librar totalmente de los criterios reformistas de Cisneros, se tienen que conformar con Cap IV que dió origen a muchas confusiones y abusos en contra del querer de Beatriz.
Sí, el querer de Beatriz, fue expresamente manifestado. Pues, cuando tubo en sus manos la Bula Inter Universa, Isabel la Catolica no se conformó que las monjas quedaran bajo la autoridad del Obispo diocesano. Por si mismo o por influencia de su confesor, el P. Juan de Tolosa ofm, las quería bajo la autoridad de los frailes menores. Pero Beatriz no era del mismo parecer y la verdad es que la Bula tardó dos años en ser ejecutada a causa de estas divergencias, según nos dice la primera biografía.
La Bula Ad Statum Prosperum que incluye la Regla propia para las Concepcionistas hace eco de los cambios sufridos por las Concepcionistas hasta la fecha: "...en el dicho Monasterio, desde su primera fundación, se había establecido y ordenado una forma de vida inspirada en la Regla y Constituciones de la Orden del Císter, bajo el título de la Concepción de la Bienaventurada Virgen María, y que la Abadesa y comunidad referidas habían observado..." "Y como la misma petición añade, la abadesa y el convento mencionados, por la pureza de sus conciencias y la paz de sus ánimos, desean y anhelan ser desvinculadas de las Reglas del Císter y de Santa Clara y de su forma de vida..."
Y volviendo al Capitulo IV de la Regla: según este Capitulo los Frailes menores, se convierten en ‘protectores’ de la OIC, pero no convierte a las Concepcionistas en franciscanas. Además, la ‘autoridad’ que se tomaban en nombre de esa ‘protección’, hoy no está vigente, porque todos los Monasterios de la OIC están sujetos al 'ordinario de lugar'.
¿Concepcionistas con Anunciadas?
Como si todo eso que habían pasado ya desde que el Obispo Cisneros empezó actuar, aun le quedaba algún que otro recto no menos espinoso. Una Regla propia, a pesar de los pesares estaba conseguida. No pasaron 3 años después de ello cuando de nuevo se interrumpe su paz y tranquilidad. Resulta que ahora a Cisneros le parecía mejor juntar las Anunciadas con las Concepcionistas, bajo una misma regla nueva para el efecto. Y así hace venir de Roma del Papa León X también franciscano, una Bula que obligue incluso a las Concepcionistas a esa unión... Pero las Concepcionistas se niegan y lo rechazan...
Así fue cronológicamente:
1511 – 17 sep.– Regla propia para as Concepcionistas por Julio II
1514 – 31mar.– León X ordena al P.Gabriel María la redacción de una Regla común para Anunciadas y Concepcionistas.
1514 – 11 jun.– Capitulo General de la OFM en Anvers comunica a Anunciadas y Concepcionistas la decisión que les concierne, la fusión.
1515 – 22 mayo – La Bula “Ad caque” de León X aprueba la Regla única para Anunciadas y Concepcionistas. Las Anunciadas la aceptan. Las Concepcionistas se niegan a aceptarla.
1517 – 11 jun. – León X urge la observancia de la Bula “Ad caque” pero las Concepcionistas se niegan.
1517 – 25jul. – 3ª Regla definitiva para las Anunciadas
Como la Fenix...
Como hemos visto, después de tres años del fallecimiento de la Santa Fundadora, viviendo la Comunidad en mucha paz y armonía, fue interrumpida empezando a cumplirse la Profecía de Beatriz. ‘Empezando’ sí, porque una sucesión de acontecimientos hasta nuestros días, nos hace afirmar que todavía no ha cesado.
A raíz del Concilio Vaticano II, partiendo del Perfectae Caritatis 2 surge un movimiento dentro de la Orden, impulsando la ‘vuelta a las fuentes’, a la ‘primigenia inspiración del Instituto’. O sea, apremiaba la fidelidad a la Fundadora, al Carisma que ella había engendrado por el Espíritu Santo y dado a la luz en la Iglesia. Había que limpiarlo de todo el polvo que se le fue añadiendo con todas las vicisitudes de la Historia posterior y lo había aniquilado prácticamente.
Ese movimiento, encabezado por la Sierva de Dios M.Mercedes de Jesús Egido, inicialmente fue bien acogido por la OIC. Pero no tardó en surgir una fuerte oposición de varios frailes de la ofm que terminó afectando una mayoría de los Monasterios. Estos, inicialmente a favor, sin conocer sus verdaderos orígenes y la Historia de los acontecimientos, se volvieron en contra, inducidos por la OFM representada por escritores franciscanos y los asistentes de las federaciones de España sobretodo, donde hubo siempre un mayor numero. Pero la inmensa mayoría de la ofm en el mundo, ni sabe que existe la OIC.
Seguimos así esperando la segunda parte de la Profecía de Beatriz que se cumplirá indudablemente de la misma forma que se ha cumplido la primera.
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