Hay que hacer desierto en nuestra alma… para “preparar los caminos del Señor”.En el desierto de nuestra alma… Dios necesita la “acogida”, el ambiente en el cual Él pueda hacernos oír su “voz”. En silencio de ruidos internos, de egoísmo, de amor propio; en silencio de pasiones.( Madre Mercedes)
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