María Inmaculada encontró su gozo, su bienaventuranza, no en poseer, sino en la aceptación del designio de Dios sobre ella. En la santidad encontró su gozo y así se entregó al cumplimiento del divino designio con alegría, sintiendo y cantando su plenitud en ello. Ella cantaba que la llamarían bienaventurada las generaciones, pero no por lo que ella haría en el futuro, sino por lo que había hecho Dios en ella. Y se gozó sólo en Dios, en el sometimiento a su voluntad, no en sus caprichos. Tenemos, pues, aquí, la actitud de María de inserción en Dios o unificación con la divina voluntad. (Madre Mercedes de Jesus Egido)

jueves, 21 de agosto de 2014
sábado, 16 de agosto de 2014
Solemnidad de Santa Beatriz de Silva
Amor y fe de Abraham,
fe y amor de Beatriz:
los hijos de tal raíz
amados de Dios serán.
Abraham dejó su casa
y Beatriz, su palacio:
con Dios no andemos despacio,
entreguémonos sin tasa.
Abraham y Beatriz
vivieron del sacrificio:
en ofrendarse está el quicio
de abrirse libre y feliz.
Hijos en la noche bella
a Abraham promete Dios:
un cielo blanco va en pos
de Beatriz y su estrella.
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